P21: Bad Bunny, Benito, DtMF y la salud

¡Qué rico que conectes conmigo! Y si estás en Puerto Rico, espero que estés disfrutando de la Fiestas de la Calle San Sebastián.

En la publicación número 6, te había compartido que utilizo la música como herramienta para reducir el estrés y lograr enfoque para mantenerme en el presente. Desde hace varias semanas vivimos la ola provocada por Bad Bunny y su más reciente álbum “Debí tirar más fotos”. No me voy a quedar atrás, por lo que he decidido escribir sobre el tema y su relación con la salud. Sí, lo escribí bien… con la salud.

Te voy a confesar que soy fan de Bad Bunny. Respeto totalmente si no te gusta su música, sus letras o su forma de ser, pero pienso que podemos estar de acuerdo en que la ha botao’ más allá del parque, de la luna y del infinito al provocar un cúmulo de emociones sobre nuestra cultura. Bad Bunny, la marca personal de negocios, ha logrado llegar al mundo mostrando quiénes somos y la capacidad que tiene nuestro país de ofrecer tanto en los espacios musicales al incluir ritmos de plena y salsa, así como estudiantes de música y nuevos talentos. Es increíble como ha logrado vender, en tiempo récord, la primera residencia en Puerto Rico, abriendo puertas para disparar el turismo, además de lograr 1,000.000.000 de streaming en Spotify. Pero hay algo mucho más grande que Bad Bunny ha logrado con este álbum y esa se relaciona con la salud.

En su reciente aparición en el programa de Jimmy Fallon, cuando le preguntó qué significa su nuevo álbum, su respuesta fue que debió abrazar el momento, el presente; apreciar la gente a su alrededor y la bendición de que estamos aquí y ahora. En momentos en que en las redes sociales se han compartido vídeos de entrevistas donde habla sobre la soledad, la depresión y el manejo de su éxito, esta es la mejor enseñanza que nos comparte Benito, la persona.

En otras publicaciones he escrito sobre mis experiencias con el tema de vivir el presente. Hay gente que cree que el concepto es algo místico, extraño, incluso superficial. La sociedad, como colectivo, no necesariamente entiende lo que esto implica. Lo he dicho en otras ocasiones, vivimos en una sociedad que fomenta y promueve vidas a prisa y ocupadas, en donde no hay espacio para pausar y simplemente respirar, y en donde el único espacio para recuperar de las responsabilidades laborales es si disfrutas de una licencia de vacaciones. Ni hablar de los entornos familiares, en el que tampoco se reconoce como trabajo el cuidado y crianza de miembros de la familia que, en muchas ocasiones, provoca agotamiento físico y mental. Al final, cuando te tomas ese espacio para irte de vacaciones a descansar y recuperar antes de volver a la rutina, terminas necesitando vacaciones de las vacaciones.

No estoy diciendo que es fácil vivir en el presente. Vivir en el presente es un hábito que hay que reforzar y trabajar todos los días, a cada minuto, a cada hora, pero es necesario e importante hacerlo.

Enfocarse en el pasado es revivir, una y otra vez, recuerdos bonitos, pero también recuerdos traumáticos. Es el mejor recordatorio de que algo te pasó y no fue nada bonito. Abre la puerta a que, cuando decides tomar una decisión, esas emociones y sensaciones que ya viviste, se interpongan en tu proceso de tomar una decisión clara y objetiva. Si no es así, pregúntate, cuántas veces no tomaste una decisión o no hiciste una meta de salud por miedo, porque ya pasaste por algo que fue horrible para ti, porque fracasaste o porque no te funcionó.

En su contraparte, enfocarse en el futuro abre espacios para que el miedo sea quien se interponga en tus decisiones provocando la probabilidad de que puedan pasarte veinte mil escenarios porque el futuro es incierto y desconocido. Dime si eso no es, igualmente, una mirada al pasado. Al final, cuando lo incierto produce miedo, por lo general, proviene de algún evento pasado en tu vida que tu mente deja registrada en su gran archivo.

Pero el tiempo pasa rápido. Si lo mides por reloj, desde que escribí ese último párrafo, ya pasó un minuto y se convirtió en parte de mi pasado. Cuando digo que debemos vivir en el presente, no se refiere al tiempo que pasa por razón de las manecillas de un reloj.

Nosotros somos tiempo y la mejor prueba de eso es que avanzamos en edad. Por tanto, vivir en el presente es vivir el momento, el ahora. Es más, mientras lees estas palabras, ese es tu presente, mientras que para mí escribirlas ya es pasado.

Vivir en el presente asegura que, justo en ese momento, eres capaz de hacer todo lo que te propongas porque tienes la confianza suficiente de que lo vas a lograr. Vivir en el presente permite que no mires al pasado ni al futuro. Reduce la procrastinación y es la mejor solución contra el estrés, la soledad y la depresión. Ayuda a regular el sistema nervioso y a mantener la calma. Permite no arrepentirse de lo que no hiciste o dejaste de hacer, sino que provoca enfoque y te mueve a accionar. Y aquí está esa relación con la salud.

No abras la puerta del pasado pensando en lo que debiste o no debiste hacer. Si es algo que te trae beneficio, que ayudará a mejorar tu calidad de vida, te dará felicidad y optimizará tu salud, tu desempeño personal y tu rutina diaria, pregúntate ahora si puedes hacerlo. Si es algo que todavía deseas hacer, hazlo, acciona. Aunque el futuro sea incierto, asegura en tu momento presente que puedes lograrlo. Recuerda que las cosas que están en tu pasado, pasaron para ti y no en contra de ti.

Vivir en el presente es el regalo más lindo que tengo para mantenerme en paz, enfocada, accionando, siempre moviéndome adelante y avanzando en mi tiempo con la certeza de que soy capaz y tengo la confianza suficiente de lograr el éxito en cualquier cosa que me proponga, en esta, mi Timbiriche Vida.

¡Conversemos! En una llamada de descubrimiento complementaria de 30 minutos, escucharé tus principales necesidades y preocupaciones, y discutiremos cómo puedo ayudarte con un plan diseñado y enfocado en ti.

Categories:
Verified by MonsterInsights