P4: Aprende a vivir con eso…

¡Qué rico que conectes en mi espacio virtual! Comienzo gritando a viva voz y con una sonrisa grandota que hay que aprender a vivir con todo lo negativo que nos pueda pasar a nosotros o a los que amamos. La clave está en la actitud que asumimos ante eventos negativos. Te cuento por qué.

Una de las cosas que se me hace difícil de internalizar es el hecho de que la vida es solo eso, vida. La decisión de como vivo cada día es solamente mía. Ahora bien, es claro que la aseveración parte de la premisa de que nada malo me va a pasar y que viviré cada día bajo mis términos, que incluye el simple hecho de ser feliz.

Pero qué hay de cuando los obstáculos y las adversidades se atraviesan en mi camino. Más aún esos que no puedo controlar. Se me olvida que yo decido como vivo cada día y paso por la negación, la impaciencia, el coraje, en fin… Estoy segura de que a todos nos pasa. ¡Es normal! El mensaje en la foto en esta publicación va, precisamente, sobre aquello que no podemos controlar.

Cuando se viven momentos alegres y cosas buenas, claro que las consideramos justas, con sentido y lógicas. No hay que buscarle explicaciones ni respuestas. Es más, tendemos a ser agradecidos porque esas cosas nos pasaron. Al menos yo, me vivo el momento que considero más feliz de mi vida y listo. Pero cuando lo anterior es todo lo contrario, y a eso se le añade que no lo puedo controlar, ese es otro tema.

Me pregunto por qué no puedo tener la misma reacción que tengo cuando me ocurre algo positivo y bueno. Por qué ante situaciones que no tienen lógica ni sentido ni explicación y que considero injustas no puedo decirme que todo tiene una razón de ser y agradecer que estoy pasando un mal momento. Entonces, para completar, tengo que aprender a vivir con eso, con la incertidumbre que provoca el suceso negativo.

La incertidumbre ante eventos injustos, sin respuestas, sin sentido, sin explicación o sin lógica, sean nuestros o de personas que amamos, nos lleva a cuestionarlo todo – nuestro propósito e intenciones, incluso nuestras metas. En fin, la vida completa.

La incertidumbre trae inseguridad, inquietud, desasosiego, indecisión y duda. Cuando estamos ante situaciones de incertidumbre, el resultado inmediato es la frustración. En mi caso, es lo primero que me ocurre, una frustración que siento que se me cae el mundo encima, mientras me desespero porque no entiendo qué rayos pasó. La última vez que algo así me ocurrió fue en enero de 2022. Ese evento me marcó y lo consideré injusto, ilógico y sin sentido. Hasta que, con el paso del tiempo, llegó el momento en que entendí. Entonces, encontré las respuestas, las explicaciones, la lógica, el sentido, y eso negativo se tornó en lo justo. Por eso hay que aprender a vivir con eso.

Aprender a vivir con eso enmarca muchas cosas. Reconozco que ante adversidades no lo vemos así y pensamos que cuando dicen “aprende a vivir con eso” es igual a decir “eso es lo que hay, te guste o no”. El comportamiento humano es preocuparse y afectarse. Sin embargo, aprender a vivir en medio de la incertidumbre es posible y se logra solo cuando se vive en el presente.

¡Dios mío!, pero ¿cómo se vive en el presente cuando la mente me recuerda el incidente una y otra vez, y, pues, como quiero entender, la impaciencia es tortura?

No he dicho que es fácil. De hecho, vivir en el presente es un hábito que hay que cultivar todos los días y hay muchas técnicas para lograrlo. Aquí te comparto las que mejor me funcionan.

¿Te has fijado que cuando la estás pasando bien, con amigos o familia, tu mente se mantiene enfocada en eso que estás disfrutando? Eso es vivir en el presente. Nada más importa a tu alrededor ni en tu mente, excepto el momento exacto que estás viviendo porque te hace feliz. Ahora, viremos la tortilla.

Cuando la situación no ofrece respuestas ni explicaciones, es necesario entender si el evento está o no en mi control. Si lo está, entonces requiere voluntad de mi parte para hacer un plan de acción para resolver el problema y que me permita estar mejorar dentro de la situación en que me encuentro en lo que el evento pasa.

Pero si el evento no está en mi control, entonces, es necesario estacionarlo, aun sabiendo que no comprendo lo que sucede. Es en esos momentos en que más fuerte debe ser mi dosis de amor propio. Decirme “todo está bien, yo estoy bien, yo estoy segura” es importante. Como he mencionado en mis publicaciones pasadas, calma la mente y permite que mi sistema nervioso desactive su botón de pánico. Es dejar el tema descansar, sin juzgarlo ni entenderlo, y si es necesario finjo hasta que lo consiga.

La técnica de “fingir hasta lograrlo” implica confiar en uno mismo y realizar acciones positivas para superar situaciones adversas, incluso en entornos desfavorables. No significa mentir – y eso debo dejarlo claro – sino adoptar una actitud de crecimiento y elección de la felicidad, aun cuando no se sienta así; es permanecer fiel a los propios valores y habilidades, manteniendo la autenticidad para evitar el autoengaño. Con práctica y tiempo, las habilidades empleadas se vuelven genuinas y confiables, evitando el estancamiento o la frustración. El objetivo es aceptar los eventos actuales como parte de un proceso de vida y ser consciente de que, para permitir que las cosas fluyan, es necesario vivir en el presente. Esta técnica, junto con la meditación, me ha ayudado a seguir adelante sin perder el enfoque en medio de la incertidumbre.

Vivir en el presente es internalizar que confío en el proceso y en mi capacidad para salir airosa de situaciones que me afectan. Mi experiencia ha sido que la idea de que no todo tiene explicación o lógica, no es cierta. Si es correcto que, en el momento, no todo tiene explicación, pero estas llegan tarde o temprano. Lo mejor es que cuando llegan, no son para explicar el evento como tal, sino para hacerme entender que tenía que pasar por ese proceso para poder avanzar a algo mejor.

Debemos aprender a vivir con eso, con lo injusto, lo que no tiene explicación ni lógica ni sentido. Hay que aprender que siempre viviremos cosas positivas y negativas. Las cosas positivas siempre son divinas, pero es importante también aprender a vivir con las negativas e implementar técnicas para lograr vivir en el presente, fluir y confiar en el proceso. Adoptar comportamientos y actitudes que permitan continuar en lo que llegan las respuestas. Con esto, trazo otras líneas en esos puntos que no comprendo hasta que logre el cuadrado perfecto en esta, mi Timbiriche Vida.

Si quieres compartir tus técnicas para vivir en el presente, déjame saber en los comentarios o contáctame. ¡Hablemos!

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