P10: Salud es bienestar

¡Qué rico que conectes en mi espacio virtual! Hemos llegado a la publicación número 10 y quiero darte las gracias por acompañarme en este proyecto y leerme los domingos. Confieso que es una aventura increíble el poder compartir contigo mis herramientas, técnicas y conocimientos sobre lo grandioso que es tener una salud integrada. En la publicación número 9 compartí el modelo base de mi coaching para guiarte en la realización de tus metas hacia una vida saludable. Pronto estaré compartiendo mis ofrecimientos para tu beneficio. Si todavía no has tenido la oportunidad, te invito a leer mis publicaciones pasadas, pero hoy te invito a cambiar la mentalidad sobre lo que significa e implica la palabra salud.

Históricamente, la salud se ha definido principalmente como la ausencia de enfermedad o dolencia. El problema con este enfoque es que considera que una persona está sana si no presenta síntomas de enfermedad. Esta tendencia ha llevado a que la atención sanitaria se concentre más en el tratamiento de enfermedades, en lugar de centrarse en la prevención y el bienestar integral, lo cual resulta en un enfoque predominantemente orientado hacia la enfermedad. Mira que tan es así que la enfermedad, disfrazada de la palabra salud, se ha convertido en un negocio lucrativo y las farmacéuticas son las más beneficiadas. Esta industria nos prefiere enfermos, con el fin de obtener ganancias a cuenta de medicamentos y tratamientos caros o la falta de acceso a la salud. Por otro lado, las aseguradoras se han montado en ese enfoque fomentando altos costos en seguros médicos. Pero qué tal si te digo que tenemos la capacidad de ver la salud de otra forma y que siempre podemos accionar para que nuestra mentalidad sea que salud es igual a bienestar.

Nos hemos acostumbrado a decir que tenemos o padecemos condiciones de salud cuando en realidad debemos decir que tenemos o padecemos una enfermedad. Cuando tenemos salud tenemos bienestar. Lo contrario es lo que nos han vendido o nos han hecho pensar. Nos hemos mentalizado a usar la enfermedad como excusa perfecta para no accionar sobre otros componentes de la salud, como lo es trabajar con nuestras relaciones sociales o la mentalidad hacia las adversidades o el trabajo o la falta de integrar ejercicio en nuestras vidas o la razón por la cual no nos alimentamos saludablemente. Creamos dependencia en la enfermedad y a veces se ha fomentado el consumo y dependencia de medicamentos porque sentimos que con esto lograremos bienestar. Nada más mira como el mercado de la oxitocina se ha convertido en el problema más grande de adicción en Estados Unidos. Pero esto es lo que nos han mercadeado y nos han vendido, en vez de mercadear y vendernos la prevención como la técnica que nos mantiene en salud.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su Constitución, adoptada en 1946, dispone que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no la mera ausencia de enfermedad. Postula que el disfrute de un alto nivel de salud es un derecho fundamental de cada ser humano sin distinción de raza, religión, ideas políticas, o condiciones sociales o económicas. También indica que la salud de todas las personas es fundamental para obtener paz y seguridad, y que es dependiente de la total cooperación de los individuos y los estados. Estos postulados reconocen que la salud es multifacética y que el bienestar emocional y social son tan importantes como el bienestar físico. Por otro lado, estos postulados son la afirmación de que la prevención es la mejor herramienta para lograr salud.

La prevención significa la acción y efecto de prevenir, o sea, la preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo o ejecutar algo. Es decir, la prevención es el mecanismo perfecto para mantenernos en bienestar para poder ejercer todas las funciones con normalidad.

Prevención incluye mentalizar y accionar lo siguiente:

  • integración de ejercicio mental para que nuestra mente se mantenga positiva con el propósito de evitar el riesgo de ansiedad o depresión,
  • integración de la actividad física para que nuestro cuerpo continue funcional y en movimiento no importa la edad que tengamos,
  • integración de alimentación rica en buenas proteínas, carbohidratos y grasas, así como en vitaminas y minerales, y accionar para reducir alimentación chatarra,
  • integración de acciones sociales con el propósito de relacionarnos con otras personas que aporten bienestar a nuestras vidas,
  • integración de buenos hábitos para mantener un hogar que nos invite a crear espacios de armonía y paz,
  • integración de buenos hábitos para sentirnos cómodos con nuestras finanzas y en ambientes de trabajo,
  • conexión con la naturaleza y nuestra biología, que incluye prácticas de aceptación y gratitud.

Tenemos la capacidad y habilidad de adaptarnos hacia la prevención. Incluso, tenemos la capacidad de cambiar nuestra mentalidad sobre cómo vemos la enfermedad en nuestras vidas. La enfermedad trae consigo el miedo y eso es completamente normal. Pero también tenemos la capacidad de abrazar el miedo y hacerlo nuestro mejor aliado para lograr combatir lo que se nos presente. Tenemos la capacidad de evitar victimizarnos en casos de enfermedad porque tenemos la capacidad de convertir la enfermedad en ese gran paso hacia el bienestar con el simple hecho de accionar cambios saludables.

No digo que es fácil, pero tampoco digo que es difícil. Lo que si te digo es que es simple y se hace con un pequeño cambio a la vez. Lograr la salud integrada que deseas requiere establecer metas, que una vez estén claramente identificadas y definidas, requiere romperlas en distintas acciones. Esas acciones, a su vez, se rompen en intenciones. Por ejemplo, si la meta es lograr mejorar la alimentación porque en tu familia hay historial de enfermedades, el plan de acción pudiera ser añadir alimentos nutritivos que optimicen el sistema inmunológico, identificar esos alimentos e integrarlos a tu nutrición. Con eso se establecen las intenciones, por ejemplo, hoy tengo la intención de consumir mayor cantidad de vegetales.

Mi mentalidad sobre la salud es que es igual a bienestar. Obviamente no estoy libre de enfermarme, pero evito ese riesgo practicando la prevención con la integración de todos los componentes que te mencioné anteriormente. En caso de enfermarme, me muevo con un plan de acción para lograr mi bienestar y restaurar mi cuerpo y mi mente hacia la salud. Esto puede incluir proveer descanso, aumentar consumo de ciertos alimentos para fortalecer mi sistema inmunológico, tomar mucha agua, así como integrar el tratamiento médico que se me haya prescrito, si alguno. Lo importante de todo esto es entender que nada logro con echarme a morir porque estoy enferma. 

Lao Tzu decía que la salud es la mayor posesión que podemos tener y Buda decía que mantener el cuerpo saludable es una obligación, de lo contrario, no podremos mantener nuestra mente fuerte y clara. Y es que la salud es el mejor regalo de vida que podemos tener y es el regalo de vida que me permite continuar jugando en mi timbiriche vida.

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