¡Qué rico que conectas conmigo! Aunque es domingo, admito que no tenía planes de publicar hoy en el Blog porque estoy sumergida en procesos de negocios relacionados a Timbiriche Vida.
Como sabes, en mi Blog escribo sobre mis experiencias en cómo he logrado mis metas de salud a través de diferentes técnicas. Me levanté hoy, hice ejercicio y me fui a pasear a Mateo y a Bruno (mis queridos perros), y tuve un momento de revelación. La realidad es que en las pasadas semanas he tenido varios momentos reveladores, pero el de hoy fue poderoso y tengo la necesidad compartirlo contigo. Hoy, esta publicación es sumamente personal.
En otras publicaciones he escrito sobre los momentos de revelación (“aha” moments en inglés) y el impacto que tienen en uno para lograr cambios en dirección hacia la transformación personal y el logro de metas.
Si has leído quién soy (aquí incluyo el link si quieres saber), sabrás que soy abogada. Siempre supe que lo que quisiese hacer en mi vida debía estar relacionado a ayudar y servir a otros. Cuando tocó el momento de escoger qué quería ser o, más bien, a qué quería dedicarme, siempre tuve en mi mente estas tres opciones – abogada, sicóloga o siquiatra. Las tres trabajan con ayudar a las personas a resolver sus situaciones o problemas, claro, cada una desde una perspectiva diferente.
Escogí ser abogada y, con esa decisión, me moví a estudiar lo que me resultara de provecho para lograr esa meta. Fue así como llegué a estudiar mi Bachillerato en Relaciones Laborales, algo que avivó mis creencias de justica en espacios laborales y a estudiar y entender la relación más conflictiva que existe, la relación entre empleados y patronos. Luego, completé mis estudios de Derecho y comencé una carrera profesional que, ahora el próximo enero, llega a sus 23 años, la cual me ha permitido posicionarme en el cambo del Derecho Laboral y los Recursos Humanos.
Mi carrera profesional, como todas, ha tenido sus altas y bajas, pero son más las ganancias profesionales y personales, que las pérdidas. Lo digo de esta forma con toda la intención porque al tomar mi decisión sobre qué quería estudiar y a qué quería dedicarme, invertí dinero y tiempo en lograr esas metas. Sin miedo a decirlo, recientemente entendí que no hay diferencia alguna entre invertir en mi preparación académica y en mi carrera profesional a invertir, como de ordinario se conoce, en dinero, la banca, al comprar una propiedad o un carro. En las inversiones se gana y se pierde; la única diferencia es que la inversión de estudios para lograr una carrera profesional es una inversión intangible. Intangible se refiere a algo que no se puede tocar o percibir físicamente, pero que aún puede tener valor o importancia. Es decir, los resultados de esa inversión dependen de ti y del trabajo que pones para obtener resultados que te permitan luego saldar esa inversión.
Desde el 2015, motivada por encontrar respuestas a mis situaciones de salud para mejorar mi salud física, comencé un viaje que no he soltado. Desde el 2015 me convertí en estudiante del coaching de salud y he ido, con el pasar de los años, certificándome en distintos temas que enmarcan este tipo de coaching. He conocido y he vivido las grandes virtudes del coaching de salud y el impacto positivo que tiene en mí y en otras personas. Ha sido el coaching de salud lo que me ha ayudado a seguir logrando mis metas de salud, a estabilizar mis condiciones gastrointestinales y manejar el estrés que trae una carrera profesional tan demandante y que roba tiempo, como lo es la que yo realizo. Sigo amando lo que hago, no me malinterpretes, pero a veces las cosas que más amas, si no te cuidas, terminan haciendo daño.
Te voy a dar un ejemplo que, a simple vista se ve tangible, pero no lo es. Con el coaching de salud descubrí que soy sensible al gluten. Amo el pan, no lo voy a negar, pero, en aquel momento, tocaba decidir qué es mejor para mi salud a largo plazo, dejar el pan y cualquier otro alimento con gluten, o seguir comiendo ese alimento con gluten y que a futuro se refleje en una enfermedad. Lo obvio es dejar de comer lo que te hace daño. El detalle es que no es simple. Aquí está la parte intangible. Si no te sientes ready pa’ dejar el pan, aún sabiendo que lo mejor para ti es dejarlo, no lo vas a hacer; no porque no quieras, sino porque representa un cambio más allá de un cambio alimentario. Representa un cambio de mentalidad, que impacta tus emociones frente a dicho cambio. Tomar una decisión así requiere del apoyo correcto, igual que las decisiones que estoy tomando sobre mi carrera profesional.
Entre abril y mayo de 2024, decidí que quería un cambio profesional porque no quiero continuar afectando mi vida personal. Es ahí cuando nace Timbiriche Vida y mi deseo de seguir sirviendo y ayudando a otros desde el coaching. Esta decisión, además, me ha permitido transicionar de la carrera profesional como abogada a una carrera profesional como coach. La transición no ha sido fácil, pero ya ha tenido ganancias. La más importante es el momento revelador que viví hoy y se resume de la siguiente forma: He impactado vidas y espacios en mi carrera profesional como abogada y esa es la ganancia recibida de una inversión en preparación académica, tiempo y trabajo, que me ha posicionado y ha permitido que desarrolle una marca importante. Esa ganancia no la tomo ligeramente porque es poderosa. En este proceso de transición he entendido que mi propósito sigue siendo el mismo: servir y ayudar a otros. Mi propósito no ha cambiado. Lo que está cambiando es el canal para cumplir mi propósito. Ese canal se llama coaching de salud y por eso con orgullo digo que soy coach de salud integrada.
Los momentos reveladores son poderosos. Queda en ti decidir acogerlos, creer en ellos e invertir para lograr la transformación que deseas, más aún cuando se trata de asuntos de salud. Si tienes un propósito importante que lograr, metas que quieres realizar, te aseguro que tendrás miedos, que pensarás que no es posible y que dudarás muchas veces de tus decisiones. Te aseguro que se acercarán muchas personas a decirte que no es posible. Te aseguro que vivirás procesos que te darán ganancias. Si has intentado transformar tu vida antes y has sentido que no lo has logrado, no te desanimes y haz cuenta de las ganancias porque te aseguro que, aunque sean simples o no te hayan permitido lograr tu meta, las has tenido. No te rindas tampoco. Si todavía quieres esa meta y hacer cumplir tu propósito, no te rindas e invierte en el apoyo correcto para lograrlo.
Son los momentos reveladores los que me impulsan y me fortalecen, los que evitan que me desvíe hacia el ruido del no puedes o no debes y me mantienen enfocada en mi meta. Es el momento revelador de hoy el que me dijo que mi propósito sigue siendo el mismo, lo que estás cambiando es el canal para cumplirlo. Los momentos reveladores son la llave maestra que abre puertas hacia el cambio y la transformación en mi Timbiriche Vida.